El tramo denominado El Sinaloense-Pánuco cumple con los requisitos de una autopista de altas especificaciones, permitiendo una velocidad de operación de entre 90 y 110 km/h a la vez que se incrementa la seguridad, dado que permite reducir la pendiente de 10 a 6 por ciento y la curvatura de la carretera de 30 a 4 grados. Asimismo incrementa el ancho de corona (ancho de la carretera) de 7 a 16 metros en promedio, según han informado las empresas constructoras. La obra, enclavada en un área de difícil acceso en el corazón de la Sierra Madre Occidental, incluyó la construcción de 16 túneles y 15 puentes.
Una vez inaugurados los tramos restantes, la autopista Durango-Mazatlán permitirá reducir el tiempo de recorrido de seis a dos horas y media, incrementando la conectividad en el eje Golfo-Pacífico.
El secretario de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez-Jácome, destacó durante la inauguración que la complejidad de este trayecto es tal que solo en esta obra se localizan 115 estructuras de las más de mil construidas durante la actual Administración. “Entre estas estructuras se encuentran obras que ya son emblemáticas, como el Puente Baluarte Bicentenario, ubicado a 28 kilómetros de aquí; el puente atirantado más alto del mundo, con una altura que supera los 400 metros y un claro central de 520 metros, mismo que está totalmente terminado. Y el Puente San Marcos, ubicado en la Carretera México-Tuxpan, con la segunda pila más alta del mundo y cuyo cierre se llevó a cabo hace un par de días”.
Pérez-Jácome insistió, como viene haciendo en las últimas inauguraciones carreteras, que en los últimos seis años se detonaron inversiones públicas y privadas por 320 mil millones de pesos en la construcción y modernización de más de 21 mil kilómetros de carreteras, puentes, libramientos y caminos rurales y alimentadores. “Esto es más que lo construido en las dos administraciones anteriores juntas, si consideramos que de 1995 al año 2006 se construyeron en total 19 mil 298 kilómetros”.